¿Cómo empezó la filosofía?

Un viaje al origen de la sabiduría atemporal

Busto antiguo de Sócrates
Sabiduría atemporal – Imagen inspirada en los orígenes de la filosofía.

Todo tiene un principio. Incluso la pregunta que lo cuestiona todo.

Hace más de 2.500 años, en la costa de Jonia —al oeste de la actual Turquía—, algunos seres humanos se atrevieron a mirar el mundo con otros ojos. No se conformaron con los mitos ni con las explicaciones divinas heredadas. Querían entender el porqué de las cosas, no desde la fe, sino desde la razón.

¿Cuándo y dónde nació la filosofía?

La filosofía occidental comenzó hacia el siglo VI a.C., en la antigua Grecia, en ciudades como Mileto, Éfeso y Elea. Allí surgieron los primeros pensadores que dejaron atrás los relatos míticos y buscaron explicaciones racionales sobre el universo y la vida.

En paralelo, en Oriente, surgieron también grandes corrientes filosóficas: el confucianismo, el taoísmo y el budismo, todos con una misma meta: vivir con más claridad, comprensión y compasión.

¿Quién fue el primer filósofo?

El primer nombre que brilla en la historia de la filosofía es Tales de Mileto. Fue matemático, astrónomo y considerado el primer filósofo de la historia. Propuso que el origen de todo era el agua, pero lo realmente revolucionario fue su método: buscar causas naturales, no mágicas ni mitológicas.

Le siguieron Anaximandro (con su idea del ápeiron) y Heráclito, quien decía que todo cambia, que “todo fluye”.

¿Qué los motivaba?

Una sola palabra: asombro. El asombro ante el cielo estrellado, el cambio de las estaciones, el nacimiento, la muerte… La filosofía nació como una respuesta a ese asombro, como escribió Aristóteles siglos después.

No buscaban saber por saber, sino saber para vivir con más sentido. Para comprenderse a sí mismos, a los demás, y al universo.

¿Y por qué sigue viva hoy?

Porque seguimos haciéndonos las mismas preguntas. Porque el mundo sigue siendo misterioso, incierto, y profundamente humano. La filosofía nos ofrece herramientas para pensar, elegir y resistir.

La filosofía no nació para quedarse en los libros.
Nació para caminar con nosotros.

En Filosofía Día a Día, seguimos ese mismo impulso. Como hizo Sócrates, como hizo Séneca, como haces tú cuando te preguntas con honestidad:

¿Qué sentido tiene esto que estoy viviendo?

Publicado en la sección: Sabiduría Atemporal

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