Desde que comencé este blog, he ido evolucionando junto a cada reflexión. Poco a poco, los textos se han ido adaptando a mi forma de ver el mundo, y ahora siento que ha llegado el momento de que el blog también se transforme.
Necesito abrir las puertas a una filosofía más amplia, más viva. Una que no se limite a una sola escuela, sino que me permita explorar otras voces, otras emociones, otros caminos. Quiero que este espacio pueda extenderse con libertad: que las reflexiones crezcan, que los ejercicios se fortalezcan, y que las respuestas puedan abarcar más matices, más profundidad, más alma.
Desde hoy, este blog no será solo un rincón estoico, sino un hogar para muchas miradas filosóficas. Para historias que piensan. Para una filosofía que también siente.
Verás algunos cambios en la web: nuevos apartados, colores, enfoques… Es porque la estoy adaptando a esta nueva visión. Espero que te quedes conmigo en esta etapa. Lo mejor está por venir.